miércoles, 14 de octubre de 2009

That's not the point, folks!

Durante los dos últimos días se ha comentado ámpliamente en los rediles mediáticos madrileños la noticia del vudú que Cristiano Ronaldo sufre, al parecer, a manos de Pepe El Brujo. Un pintoresco personaje que ofrece sus dotes con la magia negra a quien mejor le pague. En este caso, pero, El Brujo asegura moverse por motivos morales (a pesar de que, según reconoce, cobrará un total de 30.000 euros por el trabajo). Afirma que no actuaría contra Messi, por ejemplo.

La víscera y el vómito han tardado poco en desbordarse. Todos los apodos imaginables han recaído sobre este hombre. Insultos y, sobretodo, risas. La mayoría de la gente no da crédito alguno a las palabras del mago y quien más quien menos tiene claro que todo esto sale a la luz únicamente con motivos propagandísticos del propio Pepe El Brujo.

Pero, para variar, la gente olvida un punto vital. Este hombre, El Brujo, está meándose en la cara de todo el mundo. ¿De verdad importa una mierda si es cierto o no? ¿Importa una mierda si es motivo de burla o de ataques verbales de todo tipo? ¿Cómo es que nadie piensa en los cuartos que se saca este hombre, y a costa de quién lo hace?

Este hombre debería ser un ídolo. La veracidad de sus palabras y sus acciones es una pura nimiedad. Menudencias. Lo verdaderamente importante es que este hombre, lícitamente o no, es capaz de saquear brutalmente a ricachos de mierda que no tienen mejor cosa que hacer que verter sus odios y rencores en prácticas malignas. ¡Que les den por culo!

Yo soy fan de este hombre. Este hombre es un crack. Yo también quiero aprovecharme descaradamente del dinero que les sobra a la escoria adinerada del país. In your face.

Aquí podeis consultar la noticia original.

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